sábado, 25 de abril de 2009

HUBO UNA VEZ....


Hubo una vez una isla donde habitaban todas las emociones y todos los sentimientos humanos que existen. Convivían, por supuesto, el temor, la sabiduría, el amor, la angustia, la envidia, el odio... todos estaban allí. A pesar de los roces naturales de la convivencia, la vida era sumamente tranquila e incluso previsible. A veces la rutina hacía que el aburrimiento se quedara dormido, o el impulso armaba algún escándalo, pero muchas veces la constancia y la convenienia lograban aquietar el descontento.

Un día, inesperadamente para todos los habitantes de la isla, el conocimiento convocó una reunión. -Tengo una mala noticia que darles: la isla se hunde. - Todas las emociones que vivían en la isla dijeron: -Si nosotros vivimos aquí desde siempre!!!!.y el conocimiento repitió-La isla se hunde.-Pero no puede ser!!! quizás estás equivocado!!! pero el conocimiento casi nunca se equivoca. dijo la conciencia dándose cuenta de la verdad., si él dice que se hunde, debe ser verdad. ¿pero qué vamos a hacer ahora? se preguntaron los demás. y el conocimiento contestó: Por supuesto, cada uno puede hacer lo que quiera, pero yo les sugiero que busquen la manera de dejar la isla... Construyan yn barco, un bote, una balsa o algo que les permita irse, porque el que permanezca en la isla desaparecerá con ella. Todas la emociones, en efecto se dedicaron a construir un bote, un barco, un velero... Todas... salvo el amor. Porque el amor estaba tan relaacionado con cada cosa de la isla que dijo: - Dejar esta isla...después de todo lo que viví aquí... ¿como podría yo dejar esta arbolito por ejemplo? ahhh..compartimos tantas cosas... y mientras las emociones se dedicaban a fabricar el medio para irse. el amor se subió a cada árbol, olió cada rosa, se fue hasta la playa y se revolcó en la arena como solía hacerlo en otros tiempos. Tocó cada piedra y acarició cada rama...solía pensar con esa ingenuidad que tiene el amor ""quízá la isla se hunda por un ratito... y después resurja... porqué no??"""pero la isla se hundá cada vez más. , todas las emociones marchaban, sin embargo el amor no podía pensar en construir, porque estaba tan dolorido que sólo era capaz de llorar y gemir por lo que perdería. Y el mor pobrecito, se dió cuenta de que por haberse quedado ligado a esas cosas que tanto amaba, él y la isla iban a hundirse en el mar hasta desaparecer. Entonoces se sentó en el último pedacito que quedaba de su isla a esperar el final...entonces vió a un desconocido viejito que le hacía señas desde un bote de remos, el amor subió al bote y juntos empezaron a remar para alejarse de la isla. -nunca volverá a existir una isla como esta murmuraba, esperando que el viejito le contradijera y le diera alguna esperanza. -NO -dijo el viejito-Cómo ésta nunca.
Cuando llegaron a la isla vecina, el Amor comprendió que seguía vivo. Se dió cuenta que iba a seguir existiendo. Se giró para agradecerle al viejito, pero ya no estaba., entonces el amor muy intrigado, fue en busca de la sabiduría para preguntarle: ¿cómo puede ser? yo no le conozco y él me salvó... la sabiduría lo miró a los ojos un buen rato y dio: -Él es el único capaz de conseguir que el amor sobreviva cuando el dolor de una pérdida le hace creer que es imposible seguir adelante. El único capaz de darle una nueva oportunidad al amor cuando parece extinguirse. el que te salvó, Amor, es el Tiempo.

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